El polvo de molienda de acero inoxidable, las escamas y otros residuos de producción que contienen cromo y níquel se entregan en contenedores especialmente diseñados y en big bags por barco, ferrocarril o camión. Esto permite transportar el polvo sin riesgo de dañar el medio ambiente.

En la fase de preparación, los silos se cargan con los residuos entregados. La capacidad de almacenamiento está diseñada para la alimentación de dos o tres meses de producción. Tras analizar y mezclar los materiales de alimentación con agua y formadores de escoria, se realiza una etapa de presecado en un secador indirecto. Después de estos pasos de preprocesamiento, el material se inyecta en el horno a través de tres generadores de plasma mediante los cuales se funde.

El horno es sangrado varias veces al día, seguido de un proceso de separación por gravedad para separar la fase metálica de la escoria. El metal recuperado se devuelve a los clientes, ya sea como material granulado o en forma de placas, o se vende en el mercado libre. La escoria puede utilizarse en la construcción de carreteras o en los vertederos, como sustituto de los materiales naturales.

Los gases residuales generados por el proceso se limpian en un sistema de limpieza de gases residuales de varias etapas. La fase gaseosa se reutiliza como gas de inyección en los generadores de plasma o se utiliza como combustible para el proceso de secado durante la preparación del material o alimentada la red de calefacción y agua caliente.

El proceso de plasma consta de las siguientes etapas: